Sabes que creces cuando entiendes que la vida es saber tomar decisiones y tener claro la responsabilidad que estas conllevan.
He aprendido algo... por más que uno tenga miedo a ciertas cosas o situaciones en la vida; igual las vamos a vivir, a enfrentar y en los mejores de los casos, salir adelante.
Terminé con una relación de dos años, llena de sabores dulces, lastimosamente muchos sabores más amargos.
Leo lo que escribí, y lo enamorada que estaba, el miedo que tenía que todo se acabe; me puse en mi cabeza que tengo que luchar a como de lugar por esa relación, y me agoté.
Aprendí que no importa cuanto quieras tener una buena relación, ni todas las ganas y esfuerzo que pongas; si la otra persona no tiene idea de lo que quiere; a ningún lado se puede llegar.
No importa cuanto amor pueda haber de ambos lados; sin comunicación y confianza, el final está claro.
y después de entender y aceptar con dolor que definitivamente no quería compartir el resto de mi vida con esa persona que mientras más lo conocía, más extraña se me hacía; tomé la dura decisión de decir adiós.
Y a pesar que sentía que me desgarraba por dentro, había una fuerza interna que me obligaba a hacerlo y fue mi yo interior, esa niña con la que estuve un buen tiempo peleada, hicimos las paces, me dio la fuerza y las dos gritamos basta!
Fue un año duro, pasé por altos y bajos, con la esperanza que el tiempo le de a él la sabiduría necesaria para no dejar morir lo nuestro; pero el tiempo pasaba y yo confirmaba cada día más que fue la mejor decisión tomada.
Julio del anterior año, se puso un fin, decidí no ceder más, y no caer en esa manipulación de sentirme culpable, agosto, fue duro, no regresé a ver atrás, septiembre los amigos ayudaron con su tiempo, paseos, anécdotas, octubre estaba tranquila, tenía PAZ, finales de octubre comenzó una nueva aventura..... CONTINUARÁ......
