Es el 2 de agosto del 2004, son
las 12 del día, tu abuela Nonie me llama a la casa y me dice que le entregaron
los exámenes del doctor, que todo va a estar bien pero que tenemos que ir a
emergencias porque tienes que nacer ya! Que haga una maletita y que ya le llama
a tu papá para que también sepa.
Me quedo en shock, siento miedo, empiezo
a temblar; creo que se prendió un piloto automático, comienzo a moverme por
inercia y meto en la maleta lo que creo que me va a ser útil, lo primero que
hice fue cortarme las uñas chiquititas, recuerdo que lo tengo súper claro y que
luego agradecí haberlo hecho.
Llegó tu papá, está emocionado,
asustado; me abraza, me toma fotos; yo aún estoy impactada, cómo es posible que
tenga que ser por emergencia? Porqué te adelantaste casi un mes? Solo quiero
saber que estás bien; qué son esos exámenes que dice el doctor?
Llega mi mami, cogemos la maleta
y nos vamos al hospital; el doctor nos explica que el líquido de la placenta se
ha reducido demasiado y ni sé qué cosas más; no podía creer como de casualidad,
por un examen que me hice donde el doctor de tu abuela, sale que estás en
peligro; si hubiera esperado al siguiente control como esa doctora nos dijo a
tu papá y a mí, tu no estarías vivo.
Sigo teniendo miedo pero a la vez
estoy tranquila, es una sensación extraña, ahora no recuerdo muchas cosas; las
enfermeras me están preparando pero una me pincha mal el suero y tu papá pide
que cambien de enfermera.
De repente estoy en un cuarto
frio y me dicen que me siente en la camilla con las piernas afuera y que meta
mi cabeza entre las rodillas lo más que pueda, que no me mueva porque me van a
inyectar en la espalda. Estoy temblando, siento algo helado atravesarme la
espalda y como un líquido comenzaba a recorrerme; me acuestan y veo que tu papá
ya pudo entrar, está también asustado y emocionado; me acaricia la frente y me
dice que todo va a estar bien.
Todo iba bien hasta que comienzo a
sentir un dolor horrible, tu papá se asusta y los doctores piden a la enfermera
que me duerman a penas te saquen, se dieron cuenta que la anestesia ya se me
pasó; me asusto!, no sabía que era así; había leído mucho sobre ambos métodos
de parto, el natural y la cesaría; nunca nombraban ese tipo de episodios ni en
los libros ni en las anécdotas de amigas o familia; solo quiero que estés bien,
tu papá aprieta mi mano y sigue diciéndome que todo va a estar bien, solo le
digo que me prometa que no te va a dejar, que no se despegue ni un segundo de ti;
me dice que no me preocupe; estoy tan asustada, me duele tanto todo. Son las
20:20 cortan el cordón, me inyectan algo, te acercan a mi cara, logro darte un
beso y me duermo.
Me despierto 2 horas después,
estoy en un cuarto de recuperación, no sé cómo se llama, tu papá está esperando
afuera que ya me saquen y la familia te contempla tras un vidrio; estuviste dos
horas en la termo cuna, no necesitaste más; siempre has sido poderoso, un
valiente luchador. Nos vamos al cuarto, pedí que te traigan enseguida, me dicen
que no hable y que descanse, que aproveche mientras estoy ahí, que te van a dar
biberón, le quedé viendo a tu papá y él entendió esa mirada; ese instante pidió
que te traigan al cuarto y llegaste, te pusieron en mis brazos; que momento más
perfecto, que bebé más perfecto; ese día entendí que mi corazón te pertenecía.
Me miraste y fue como si nos reencontráramos, como si nos conociéramos desde
siempre, sentí tanta paz y juré que mientras viva, tú ibas a saber lo importante
que eres, que tu voz y sentimientos son igual de válidos que los de cualquiera,
que tienes el derecho de sentir y hablar y opinar; que lo mejor que tiene una persona
es el honor y la verdad y que principalmente entiendas que lo más importante en
esta vida es ser feliz y que esa felicidad no depende de nada, ni nadie, que
esa felicidad está adentro tuyo y solo depende de ti.
La vida nos cambió mucho, tu papá
que estuvo con nosotros tus casi tres primeros años, fue un buen papá y eso
quiero que atesores en tu corazón, nos amó profundamente y te aseguro que sus
días y noches fuiste tú, mi amor, la mayor parte de su felicidad. Dios sabe qué
tendrá tu papá en su corazón, en su alma, en su cabeza; tú solo le debes
respeto y amor por que fue parte crucial para que tu estés en este mundo, Dios
y la vida se encargarán de él y su nueva familia; tu acepta con amor que mucho
de lo que ha pasado nos ha vuelto mejores personas, la vida hay que aceptarla
con amor mi príncipe, no solo lo lindo, lo feo también. Quien sabe, tal vez tu
papá sufre mucho y no sabe cómo equilibrar su nueva vida; eso no se trata de ti
mi amor y tampoco tienes responsabilidad en eso; tu papito algún día aprenderá;
mientras tanto, atesora, valora, disfruta y se grato con todo lo demás que tienes;
porque llegó a nuestro mundo un ser maravilloso que si bien no es tu papá
biológico, es tu mejor amigo y será tu mejor amigo por el resto de tu vida;
aprendimos tanto por él y le hemos enseñado tanto también; y para rematar, tu
sueño hecho realidad; un ñañito que te ama con locura, que solo quiere estar
contigo, y que imita cada cosa que haces; no te parece que la vida es hermosa?
Y así, entre estas y las otras; ¡bienvenidos
a la adolescencia¡¡ Y llegó el día que en algún momento fue tan lejano; tu
cumpleaños número 12! Y así seguramente me seguiré sorprendiendo cómo creces de
rápido, cómo el tiempo no da tregua y te enseña, si tú quieres, que la vida es
de disfrutar el instante, con todo lo que es, lo bueno y lo malo; y es que
desde que llegaste a mi vida, todo tomó un significado distinto y me permitiste
crecer junto a ti.
No paro de aprender y de
sorprenderme el nivel infinito de amor, de verdadero amor que siento por ti, ese
amor que te hace mover cielo y tierra y jamás rendirte, aunque sientes que las fuerzas
se acaban; ese amor que te lleva a replantearte miles de cosas, a entender que
la batalla más difícil es con uno mismo, que uno debe por derecho aceptarse con
todo lo que es y no tener miedo de intentar, de caer, de levantarse, de que te
juzguen; a la larga nadie te da viviendo la vida y muy poca gente se puede
poner en tus zapatos; ese amor que me ha
llevado del odio y dolor, al perdón y compasión por personas que de una u otra
forma te han hecho y por ende me han hecho daño; ese amor que me enseña a
amarme, aceptarme, a seguirme conociendo y a seguir creciendo; ese amor que te
lleva, te da fuerza, te levanta, te sacude.
Y entiendo que esta etapa no es
muy diferente a otras con respecto al miedo que me ocasiona; el reconocerte, el
reconocerme, el adaptarnos a este nuevo mundo, tú más grande, más
independiente, con más curiosidad por lo que te rodea, más expuesto; la cuerda
cada vez es más larga, ya no necesitas muchas cosas del cuidado de mamá, de los
monstruos en la noche por ejemplo, o de cruzar la calle, o de elegir tu ropa,
aunque eso aun te encanta que lo haga!, sigues creciendo mi amor y junto a ti crezco
yo.
No me voy a cansar de repetir que
eres el primer regalo más hermoso que me dio la vida, desde el día que llegaste
a mi vida todo mejoró; bienvenidos a la adolescencia, como familia te recibimos
a ti mi amor en esta nueva etapa y comenzamos este viaje con la misión de
graduarnos con honores o por lo menos graduarnos, qué dices? jajaja.
Acuérdate mi príncipe que vienen
los años más cruciales en tu vida, tal vez una de las épocas más decisivas
donde tú decidirás si aplicas todo lo que te hemos enseñado, donde definirás
con tus decisiones gran parte de tu camino; donde te vas a conocer más y
medirás tus límites; eres libre de hacerlo, confiamos en ti y siempre estaremos
a tu lado; no creas que me adelanto, estas palabras también las siembro en tu
cabecita porque dentro de esta nueva etapa van a germinar en el momento
preciso.
Cuenta siempre conmigo, con tu papito
Andy y con tu ñañito, este es tu hogar, somos uno y somos todos a la vez!
Cuenta con todas las personas que día a día te demostramos que en las buenas y
en las malas estamos para ti.
El único concejo que te voy a dar
ahora, y que sí lo hemos hablado, pero lo dejo acá porque sé que vas a acudir a
estas líneas, tal vez una o muchas veces en tu vida; y es que te acuerdes de
prolongar y cuidar lo más que puedas tu inocencia; el ser adulto es otra etapa
hermosa; sin embargo aún no es la tuya, pronto llegarás a ella y Dios mediante
durará mucho, es la etapa más larga de nuestras vidas, desde los 18, y en otros
países, desde los 21 te consideran legalmente mayor de edad, si vives hasta el
promedio de vida que son 80 años, son más de 60 años de ser adulto, 60 AÑOS de
tener otro tipo de responsabilidad y obviamente beneficios; sin embargo, ahora,
,mi nuevo adolescente, esta etapa que es hermosa también, y tan fugaz, apenas
dura 6 años; la mitad de tu vida mi príncipe; lo más bonito de ser bebé y luego
niño, es la inocencia; no la pierdas, atesórala el mayor tiempo que puedas; luego
hay tanto espacio para todo! Ahora solo atesórala y disfruta de ese enorme y
hermoso regalo que la vida nos da, la INOCENCIA, que aunque no lo creas, eso
nos enseña tanto a nosotros los adultos.
Feliz cumpleaños mi amor! Te amo
con mi alma!!! Que Dios te bendiga y nos
bendiga siempre.